La ICFEc es un síndrome clínico frecuente entre los pacientes de edad avanzada, especialmente en aquellos con comorbilidades y factores de riesgo como la HTA. Debido al envejecimiento de la población, la incidencia de esta entidad se encuentra en aumento.
A pesar de los avances en la investigación, aún no se disponen de modelos de predicción dirigidos específicamente a identificar a los pacientes de mayor riesgo de desarrollar ICFEc en esta población. Con el fin de dar respuesta a esta cuestión, los autores del presente artículo diseñaron un estudio de casos y controles retrospectivo que tiene como objetivo analizar la frecuencia y los factores de riesgo de la ICFEc entre los pacientes de edad avanzada con HTA.
Se incluyeron un total de 35 casos con ICFEc y 110 controles sin IC, todos ellos mayores de 65 años e hipertensos en tratamiento activo, que tenían en común el haber sido ingresados en un hospital concreto de China entre enero de 2020 y mayo de 2023. Se realizó en todos los sujetos un ecocardiograma y una determinación analítica en sangre periférica de parámetros bioquímicos generales y un panel de biomarcadores.
Los criterios de exclusión establecidos fueron la disfunción sistólica de ventrículo izquierdo, el diagnóstico de HTA secundaria, la presencia de estenosis coronaria > 50% y los antecedentes de infarto de miocardio, valvulopatías, enfermedad renal crónica (ERC), miocardiopatía dilatada/hipertrófica o valvulopatía cardiaca reumática en los 3 meses anteriores.
En cuanto a los resultados, los pacientes de edad avanzada con HTA e ICFEc mostraron una edad significativamente mayor, un mayor índice de masa corporal, una duración más prolongada de la HTA; una mayor proporción de fibrilación auricular (FA), ERC e ictus; así como cifras significativamente mayores de presión arterial sistólica (PAS) y presión arterial diastólica (PAD). En cuanto a los resultados analíticos, el grupo de pacientes mencionado presentaba cifras significativamente menores de sodio y HDL colesterol; y mayores de LDL, triglicéridos, PCR, creatinina y NT-proBNP. Asimismo, en el grupo de pacientes con ICFEc se observó una función sistólica de ventrículo izquierdo significativamente menor y un mayor ratio E/e´ y del diámetro de la aurícula izquierda (AI).
En la regresión logística, los parámetros que mostraron una mayor fuerza de asociación fueron las cifras de creatinina (OR 6,7; IC 95% 1,7 - 29,3) y la presencia de ictus (OR 4,3; IC 95% 1,2 - 16), ERC (OR 3,4; IC 95% 1,2 – 9,4) y FA (OR 2,9; IC 95% 1,1 – 7,1).
Entre los parámetros evaluados, las áreas bajo la curva (AUC) oscilaron entre 0,563 y 0,678, demostrando un valor predictivo deficiente de las variables individuales. Sin embargo, los resultados del análisis combinado mostraron un valor de AUC de 0,840, lo que sugiere una buena capacidad predictiva al emplear un modelo multivariable.
A pesar de las importantes aplicaciones prácticas que podría suponer la validación de estos hallazgos en cuanto a la evaluación del riesgo, identificación precoz e intervenciones dirigidas específicamente a la población geriátrica, son muchas las limitaciones que merman la validez de este estudio. La principal de ellas es su propio diseño, ya que el carácter retrospectivo impide establecer relaciones causales definitivas, favoreciendo la aparición de sesgos. Asimismo, el reclutamiento de los sujetos participantes en un ambiente hospitalario también está asociado a la presencia de sesgos de selección, de información y de intervención; y el hecho de restringir la población a un único centro especializado podría limitar la validez externa de los hallazgos. Además, los autores no especifican el motivo por el que los sujetos ingresaron, lo que supondría un sesgo de selección si el motivo que propició su hospitalización está vinculado a alguno de los potenciales factores de riesgo analizados. Por otra parte, llama la atención la proporción de pacientes con ERC (9,09% en el grupo de pacientes sin ICFEc; 25,71% entre los pacientes con ICFEc) a pesar de formar parte de los criterios de exclusión del estudio, lo que implica un sesgo de selección.
Llama la atención el pequeño tamaño muestral del estudio, cuyo reclutamiento se llevó a cabo durante más de 3 años, lo que podría afectar a la potencia del estudio, más aún teniendo en cuenta que se realizó un análisis estadístico paramétrico; y podría traducir alteraciones en el proceso de reclutamiento.
En cuanto al método de recopilación de datos, la dependencia de registros médicos puede limitar tanto la precisión de la información recabada como su interpretación. Además, los autores no especifican en qué momento del curso clínico se llevó a cabo la extracción analítica y el ecocardiograma transtorácico ni si el diagnóstico de la ICFEc fue previo o posterior al diagnóstico de la HTA y del resto de comorbilidades estudiadas.
Asimismo, algunos de los parámetros que se asocian con mayor riesgo de desarrollo de ICFEc como el ictus o la dilatación de la AI se pueden justificar por la mayor proporción de FA en este grupo, actuando como posibles factores de confusión. De igual modo, las cifras de PAS y PAD y las alteraciones electrolíticas como la natremia podrían estar influidas por la adherencia terapéutica y el tipo de tratamiento antihipertensivo pautado, datos que no se especifican en el estudio.
En conclusión, este estudio de casos y controles retrospectivo sugiere que un enfoque multidimensional basado en características demográficas, clínicas, analíticas y ecocardiográficas puede mejorar el diagnóstico y manejo de los pacientes de edad avanzada con HTA e ICFEc. Sin embargo, las numerosas limitaciones previamente expuestas comprometen la validez y generalización de estos hallazgos, por lo que es necesaria más investigación que permita superar las limitaciones actuales y validar los modelos propuestos.
Referencias:
- BMC Cardiovasc Disord. - Incidence and risk factors of heart failure with preserved ejection fraction in elderly patients with hypertension

Beatriz García Díaz